BANANA SPLIT

Cuando ya apenas faltan unas 7 horas para coger el vuelo de regreso a España, os cuento mis últimos dos días aquí en Brasil. Sábado compartimos el día con algunos de los amigos de Beth, tuvimos una buena comida y pudimos compartir buenas charlas. Fue un buen tiempo de compartir diferentes experiencias, cada uno en su país. ¡Gente supermaja!

Ese mismo día, desde allí nos acercamos un momento para conocer a Dorietson. Él es el responsable de Surfistas de Cristo en Espiritu Santo (zona en la que estaba). Quería charlar con él, ya que han empezado un nuevo proyecto. Se llama Surf House, y no es más que iglesias que han empezado.

Dada la cantidad de personas que están conociendo a Dios a través del ministerio, han visto la necesidad de crear una iglesia para estas personas, que muchas veces no se sienten identificados en una iglesia más tradicional por su apariencia, y no tienen una iglesia así en la zona en la que viven. Es genial ver como el reino de Dios se expande. Es increíble ver como es algo normal empezar una iglesia nueva… y el resto llenas de personas… haha muy contraste con nuestra realidad en España.

Ayer Domingo, por la mañana estuvimos compartiendo en la escuela Dominical de la Primera Iglesia Bautista de Goiabeiras. Allí se unieron todas las clases, desde los jóvenes a los más mayores. Fue un tiempo estupendo, en el que pude compartir de cerca como es España, cual ha sido mi llamado y luego tener un tiempo para preguntas y respuestas. Molaba porque entre los asistentes habían profesores de historia, y era genial hablar de la historia de nuestro país. Después de compartir, estuvieron orando por mí. Algunas personas decidieron comprometerse conmigo para apoyarme mensualmente. ¡Gloria a Dios! Y fue de impacto para mí, una vez terminado y salimos de la iglesia, Beth me dio un billete de 10 reales, que són como 4€ o así. Me dijo que una joven adolescente le había dado eso para mí. Le daba cosa dármelo en persona y se lo dio a ella. Es increíble ver el corazón de las personas, ver cómo Dios toca a las personas, y en lo poco que pueden tener vienen y te lo ofrecen en la más alta intimidad. Impactado me quedé.

Al terminar de allí, tuvimos el tiempo justo para hacer un poco de turismo antes de coger el avión de nuevo.

Visitamos algunas zonas de Vitoria, islas con casas de mucho dinero, el famoso puente que conecta Vitoria y Vila Velha… Además subimos a los alto de una montaña con unas excelentes vistas.

Terminamos con una rica comida preparada por la madre de Beth… Un poco de Feijao con más Farofa haha una rica despedida en familia.

Allí me despedí de la familia, entre ellos la réplica de lo que seria mi hijo haha Es Matheus, el hijo de unos primos de Beth, desde el principio se acercó a mí… seria por la pinta de «guiri» de ambos.

Ayer volé hacia Sao Paulo, para pasar la noche allí en casa de unos amigos que me acogerían y me llevarán hoy al aeropuerto. Al llegar fuimos a cenar con otros amigos más.

¿A qué no sabéis como terminamos el día? mirad la foto de continuación, un delicioso banana Split. Detrás de esta cantidad de topping y nata… haha hay 3 bolas de helado inmensas y debajo de todo banana. Pillando las últimas calorías brasileñas.