LAS CUENTAS DEL PRIMER AÑO DE MISIONERO

Realmente hace 3 años que cedí a lo que sentía que Dios me llamaba. Cedí, y dejé el trabajo atrás, sentía que Dios tenía algo preparado. Los primeros meses fueron un poco de confusión, pero poco a poco empecé a dedicar el tiempo a lo que ya hacía, a servir con Christian Surfers España y trabajar con jóvenes que realmente esperaban algo más de Dios en sus vidas. Tuve que dejar el piso donde vivía y hacer numerosos ajustes, así estuve los dos primeros años como misionero.

Los dos primeros años con la ayuda del Paro pude subsistir, pero ahora hace un año terminó. En ese momento pensé,¿Cómo iba a vivir? ¿Realmente Dios me había traído hasta aquí para dejarme allí tirado después de haber dejado todo por algo a lo que sentí era llamado? Vivo en España, y no es un país que digamos destaque por su visión misionera o por enviar misioneros, y además una crisis económica.

Pues hoy con ilusión, recuerdo que durante todo un año Dios ha sido fiel. Sí, ha sido Dios fiel porque ha provisto mediante personas que le aman. Durante un año he tenido meses de más ingresos y meses de menos, pero no he dejado de pagar ni una sola cosa, ni me ha faltado de nada. Pero realmente, ¿Cómo podían saber estas personas que tenía necesidades específicas? Mi respuesta es clara, Dios ha puesto en personas el formar parte y sin ellos mismos saberlo muchas veces, han cubierto necesidades específicas en el momento oportuno. ¿Casualidad? No creo. Y así cada mes. Pura adrenalina.

Agradezco a Dios por mostrarme nuevamente que es real, y que cuando te pones en sus manos, actúa. Gracias también a cada persona que obedece y ama a Dios y forma parte de este camino. Agradezco el formar parte y el apoyo de la organización misionera SEPAL. Gracias también a mi iglesia Capítulo 29. La aventura sigue, ¿me acompañas?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *